"El CDTV tiene el potencial de llegar a ser un nuevo electrodoméstico común, tan generalizado como los aparatos de vídeo."
Gail Wellington, división de Proyectos Especiales de Commodore.

Pero el aspecto intrigante/sorprendente del CDTV era lo que la gente de marketing en Commodore hizo al concepto Amiga+CD, que alojaron en una elegante y rectangular carcasa negra, la cual parecía un reproductor de vídeo y no un ordenador. También le quitaron el teclado, reemplazándolo con un control remoto.... Y sobre todo se negaron, por mucho ,mucho tiempo, a reconocer que el CDTV era realmente un Amiga.

- "Sí, pero... ¿no se trata sólo de un Amiga con una unidad de CD en una carcasa negra."
Al instante alguien de Commodore te diría:
- "No, para nada, es un CDTV."
"Algunos fabricantes ponen procesadores 68000 a sus lavadoras, y eso no las convierte en Amigas junto a la secadora"
Director of Next Technology, creadores del "CDTV Welcome disc"
(negando que el CDTV sólo era un Amiga con una unidad de CD).
Una millonaria (y errónea) estrategia de marketing pretendía desvincular totalmente la palabra ordenador del aparato de Commodore, pensando que esto atraería a las personas que no les gustaban o les daban miedo las computadoras.
De hecho, en sus etapas de preproducción el CDTV se llamó CDA (CD Amiga), pero finalmente, se decidió apartar esa "A" para alejar cualquier nexo demasiado evidente entre ambas máquinas, cambiando su nombre definitivo por el acrónimo de CDTV.

De igual manera, los minoristas en sus comercios colocarían el CDTV cerca de los equipos de música o vídeo, y no cerca de las computadoras.


La confusión rodeaba al CDTV, Commodore explicaba lo que no era, promocionaba lo que supondría y ocultaba los datos reales de la maquina, por lo que el potencial comprador no tenía claro lo que era.
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El usuario compraba la máquina, pero no tenía nada para disfrutarla sólo un disco de Bienvenida.
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Fiel a su idea de marketing los discos que usaba el CDTV se les llamaría "títulos" y no "software" (incluso se planeaba su venta en librerías ya que muchos eran libros de cocina y jardinería, cuentos, enciclopedias, etc…)

Además, dicha banda debía incluir el rango de edad más adecuado para el uso del título, una información normalmente omitida, que poco después encontraríamos de manera estandarizada en toda cajas de la industria del software de entretenimiento...
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La excitación que prometían los nuevos juegos Full Motion Videos era tan grande...

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Éstos podían ser de cualquier clase: acción, estrategia, de mesa, o los ansiados juegos FMV...

La banda amarilla con una cabeza pensante era usado por los programas educativos, abarcando títulos para niños pequeños (por ejemplo para aprender a leer) hasta adultos (cómo aprendizaje de idiomas, o ejercitar la mente con lo que podría ser el abuelo del Brain Trainning (del que se programó toda una serie, aunque sólo llegó el primero de ellos)).
Los cuentos infantiles de la compañía Discis, son los únicos que parecen usar los 2kB de memoria RAM no volátiles que tenía el CDTV. Por lo que, si apagabas la máquina (o quitabas el CD), estos automáticamente se abrían en la última página donde nos quedamos cuando paramos la lectura (la primera vez que me ocurrió esto me quedé flaseado).
Con banda marrón y un logotipo de libros apilados se designó la categoría de referencia.
La diferencia entre los anteriores títulos educacionales y los de referencia básicamente radica en que éstos últimos su uso es la consulta de datos, como atlas, enciclopedias, colecciones de libros, etc...
De color morado y con un par de notas de música encontraríamos todos los títulos relacionados con aspectos musicales.
El potente chip de sonido Paula, el sonido digital del Compact Disc y un puerto MIDI incorporado hacían del CDTV una máquina muy versátil para karaokes, tocar, componer o aprender música.

Evidentemente si se hacía referencia al arte el título debería ir aquí, pero por la parte de ocio podemos encontrar desde guías de jardinería a tremendas CD repletos de colecciones de Amiga Demos.
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Así estos "títulos" contenían Super-Workbenchs llenos de programas, fuentes, imágenes, módulos... Y usarlos como en un Amiga convencional.


El CD-i de Philips planeaba una potencia gráfica que hacía palidecer los 32 colores habituales de un Amiga, y alguna mente lúcida pensó posibilitar una expansión como ordenador podría ser una ventaja.
Pero tan sólo mencionaban la posibilidad de añadirle un teclado, usar una impresora o un cañero ratón por infrarrojos (que le llamaron hamster porque no tenia cola)... El tutorial nunca llega a decir que ordenador.

Tras ver que a finales del 91 sólo se habían vendido unos pocos miles de CDTVs mientras las ventas de Amiga eran de record surge en Alemania una campaña con el nombre de Amiga CDTV, y una gran acogida. Tras meses estancadas las ventas empezaron a despegar, pues "el CDTV era nada menos que un Amiga con una unidad de CD-ROM"... En fin... Primero Commodore dió la espalda al Amiga tratando de vender el CDTV, para acabar vendiendolo como Amiga CDTV... Pero por aquel 1992 ya era demasiado tarde.


- Un precio inicial astronómico para luego caer mes a mes, propiciando un efecto de "mejor espero".
- Funcionaba en Amiga 500 y 500+, pero para 100% compatibilidad con los títulos de CDTV el Amiga debía tener un mega de memoria chip (por lo que los Amiga 500 debían de modificarse, de forma sencilla, pero modificarse), por contra, los usuarios del 500+ no podían usar el Workbench 2.0 mientras usaran la unidad CD.
- Ambos modelos se habían sustituido por el Amiga 600 pero una unidad para el Amiga en actual distribución jamás llegó.
Vamos, la guinda final (y un ejemplo del saber hacer de Commodore y su departamento de marketing) que remató lo que pudo ser todo un Super-Amiga.
Por supuesto pronto en este blog más memorias del CDTV, el Amiga que no era un Amiga...
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